Asistente virtual: un mundo de retos y posibilidades para la inteligencia artificial
Todos necesitamos, con mayor o menor frecuencia, que nos resuelvan dudas en el momento de realizar alguna compra o de contratar algún servicio online, que nos ayuden con ciertas tareas administrativas o, simplemente, que nos hagan un poco más sencillos nuestros quehaceres cotidianos. Un asistente virtual con inteligencia artificial tiene capacidad para esto y para mucho más. Pero, ¿qué es un asistente virtual?, ¿qué tipos de asistentes virtuales existen? ¿qué ventajas nos ofrecen? Lo vemos en detalle a continuación.
Qué es un asistente virtual
Un asistente virtual es una inteligencia artificial con funciones de asistente personal, que es capaz de automatizar y de poner en marcha tareas, así como de responder a solicitudes puntuales. Pero, si tuviéramos que definir qué es un asistente virtual de un modo mucho más sencillo, podríamos decir que es una inteligencia artificial que desarrolla las funciones de un asistente humano. El usuario realiza una petición al asistente virtual y este la procesa, la interpreta y responde a su solicitud. Puede encontrarse desplegado en canales o entornos tan diversos como el telefónico, webchat, redes sociales, aplicaciones móviles, metaverso… y tiene la particularidad de comunicarse con el usuario de tú a tú, empleando un lenguaje natural.
Cómo la inteligencia artificial ha revolucionado el mundo de los asistentes virtuales
Hasta hace solo unos años, hablar de un asistente virtual era hablar de un profesional que, a través de internet, ofrecía soporte a empresas o a otras personas, con el objetivo de facilitar su trabajo o sus rutinas diarias. A día de hoy esta definición sigue vigente pero la inteligencia artificial ha revolucionado la profesión, automatizando algunas de las funciones de los asistentes virtuales tradicionales y resolviendo dudas y problemas de manera eficiente y muy competitiva.
Así las cosas, un asistente virtual digital se posiciona como competencia directa de los asistentes virtuales humanos, presentando una serie de ventajas y de desventajas si decidimos hacer una comparativa.
Por ejemplo, un asistente virtual con inteligencia artificial tiene capacidad para atender a sus clientes las 24 horas del día, todos los días del año, sin necesidad de descansos ni de vacaciones, mientras que un asistente virtual humano trabaja con un horario y necesita descansar y tomarse vacaciones.
Además, un asistente virtual digital puede prestar sus servicios, de manera simultánea, a varios usuarios a la vez y en diferentes idiomas, mientas que un profesional de carne y hueso requiere de un tiempo concreto para cada uno y presenta más limitaciones con el tema de los idiomas.
Por otro lado, los asistentes virtuales digitales son perfectos para ejecutar tareas rutinarias y solicitudes sencillas, pero carece de ese punto humano y del grado de perfeccionamiento en su trabajo que puede alcanzar un buen profesional.
No cabe duda de que el sector se ha transformado desde la aparición de los asistentes virtuales con inteligencia artificial, pero también es cierto que los asistentes humanos continúan ejerciendo una labor imprescindible dentro de su sector y llevando a cabo un trabajo más especializado y de mayor calidad.
Tipos de asistentes virtuales: los más empleados
No existe una clasificación única y cerrada cuando hacemos alusión a los distintos tipos de asistentes virtuales, pero podemos destacar los siguientes:
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Asistente personal virtual
Un asistente personal virtual ayuda al usuario en tareas cotidianas relacionadas, fundamentalmente, con el manejo de dispositivos electrónicos. Es capaz de entablar con él una conversación natural, entender el contexto de sus preguntas y peticiones, y llevar a cabo acciones cada vez más complejas y más útiles para el usuario, como organizar su agenda, encender la calefacción o el aire acondicionado antes de que llegue a casa, o informar sobre las noticias diarias.
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Asistente administrativo virtual
Tiene como objetivo último mejorar la productividad de la empresa o del profesional al que asiste. Este tipo de asistente virtual automatiza y unifica la comunicación interna de la compañía, responder a las preguntas más frecuentes de los empleados y les facilita el acceso a ciertos recursos. En definitiva: mejorar la experiencia de empleado de una forma sencilla, rápida y efectiva.
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Asistente virtual de e-commerce
A día de hoy estamos más que acostumbrados a encontrarnos con asistentes virtuales en muchas tiendas online. Estos tipos de asistentes virtuales ayudan a resolver dudas, realizar pagos, llevar un seguimiento de los pedidos, solucionar incidencias y garantizar la satisfacción del cliente durante el proceso de compra. Según un estudio del Instituto de Investigación Capgemini, “los consumidores prefieren interactuar con asistentes virtuales de voz y texto antes que con humanos, lo que crea oportunidades de negocio”.
Asistente virtual con inteligencia artificial: cómo beneficia a las empresas
Un asistente virtual con inteligencia artificial puede convertirse en el mejor aliado de una empresa. Al encargarse de automatizar tareas repetitivas, permite que los empleados dispongan de más tiempo para trabajos más complejos, ahorrando costes y optimizando, de este modo, los recursos de los que dispone la compañía.
Gracias a la inteligencia artificial, el asistente virtual puede sugerir a los usuarios productos o servicios que les pueden interesar, en funciones de sus intereses o preferencias de compra. Además, reduce considerablemente los tiempos de respuesta, mejorando así la atención al cliente y la experiencia de usuario.
Contar con un asistente virtual le da a una empresa, a una tienda online o a una página web corporativa un toque más profesional con una mínima inversión y sin la necesidad de contratar más personal o de ampliar las instalaciones.
¿Qué es un asistente de voz y cómo hace uso de la inteligencia artificial?
Un asistente de voz es un asistente personal virtual que interactúa con el usuario a través de comandos de voz y le ayuda en numerosas tareas del día a día, como poner el despertador, realizar una llamada o responderla, consultar el correo electrónico, informar sobre el tiempo, resultados deportivos o las noticias de la jornada, etc. Asistente de voz y usuario pueden mantener conversaciones bidireccionales de lo más natural: charlar sobre infinidad de temas, bromear, cantar… Son muchos los asistentes de voz con los que podemos encontrarnos hoy en día, pero quizás los más populares y mejor desarrollados sean Google Assistant, Alexa, Siri y Bixby.
Google Assistant
Como asistente de voz, podemos decir que es uno de los más completos del mercado. Además de facilitarnos la interacción con el teléfono móvil y con sus aplicaciones con solo usar la voz, convierte a este dispositivo en el mando de un hogar inteligente. Ajusta la temperatura y la iluminación, controla los aparatos inteligentes del usuario incluso cuando no está en casa, ofrece información antes de que la pida y programa recordatorios para ayudarle justo con lo que necesitaen el momento oportuno. Con sus rutinas personalizadas, el día a día es mucho más sencillo.
Alexa
El asistente de voz de Amazon proporciona la comodidad de un control por voz manos libres a cualquier dispositivo conectado. Gracias a la inteligencia artificial y el machine learning, cuanto más use Alexa el usuario, mejor se adaptará a su voz, al vocabulario que utiliza y a sus preferencias personales, ofreciéndole resultados más precisos y mejor adaptados a sus gustos y a sus intereses.
Siri
Siri es el asistente de voz de los dispositivos de Apple, creado en diciembre de 2007 y relanzado en octubre de 2011. Interactúa con otros dispositivos de la firma y, al igual que hemos visto en otros asistentes personales, la inteligencia artificial permite que Siri aprenda las preferencias del usuario y que se anticipa a lo que pueda necesitar.
Bixby
Es el asistente de voz de los teléfonos, wearables y electrodomésticos Samsung. Además de ayudar al usuario en sus actividades diarias, puede proponerle quizzes y juegos de palabras, cantar un rap, contar una historia, explicarle curiosidades históricas, recitarle una poesía o retarle a pronunciar un trabalenguas.